Pocas horas antes del inicio del torneo, su entonces equipo, los Minnesota Timberwolves, comunicaban su negativa a que el jugador participase en los JJOO, alegando una supuesta lesión. El italiano trabaja a destajo en una prelista de la que acabarán saliendo 12 jugadores que disputarán la cita mundialista, en un nuevo verano en el que Scariolo se enfundará el polo del equipo: «Es un honor y un privilegio vivir el enorme respeto y la enorme admiración que despierta en todo el mundo el baloncesto español. Es que es maravilloso que te paren en la calle y que te digan: a mí me das una alegría, aunque tenga una vida un poco así, cuando me paro dos horas a ver la Selección, es como si entrara en otro mundo que me da energía y entusiasmo. Y ese entusiasmo, es el que quiero transmitir».